A Sara
No parezco
yo, pero soy yo.
El virus
lírico
se ha incrustado
en mis huesos
(discúlpame).
A veces esto
parece tan fuerte
como una
pared de metal
y concreto.
Es tan extraño.
Ahora somos
la familia vampiro
y más tarde
seré tu muñeco
de nieve.
Soñé que algo destruía la ciudad, dijiste.
No pasa nada
mamá, tú
y yo,
fantasmas
jugando en
lo que alguna vez fue un jardín.
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