miércoles, 12 de octubre de 2016

Wallace Stevens - Seis paisajes significativos


I

Un anciano se sienta
a la sombra de un pino
en China.
Ve espuelas de caballero,
azules y blancas
en el borde de la sombra,
meciéndose al viento.
Su barba se agita al viento.
El pino se agita al viento.
El agua se derrama
sobre las algas.


II

La noche tiene el color
del brazo de una mujer:
Noche, la mujer,
oscura,
aromática y suave,
se oculta.
La charca brilla,
como una pulsera
 agitada en una danza.


III

Comparo mi altura
a la de un gran árbol.
Descubro que soy mucho más alto,
pues alcanzo el sol
con mi vista;
y alcanzo la orilla del mar
con mi oído.
Sin embargo, no me gusta
cómo entran las hormigas
en mi sombra y luego salen.


IV

Cuando mi sueño se acercó a la luna,
los pliegues blancos de su capa
se llenaron de luz amarilla.
Las plantas de sus pies
se tornaron rojas.
Su pelo se llenó
de ciertas cristalizaciones azules  
de astros
no muy lejanos.


V

Ni todos los cuchillos de las farolas,
ni los cinceles de las largas calles,
ni los mazos de las cúpulas
ni las altas torres
pueden cortar
lo que corta una estrella
brillando entre las hojas de las parras.


VI

Los racionalistas, con sombreros cuadrados,
meditan, en habitaciones cuadradas,
mirando al suelo,
mirando al techo.
Se limitan
a triángulos rectángulos.
Si probasen con romboides
conos, líneas onduladas, elipses
–como, por ejemplo, la elipse de una media luna–
los racionalistas usarían sombreros mexicanos. 


De Harmonium (Icaria, 2002)
Traducción de Julián Jiménez Heffernan

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