martes, 13 de septiembre de 2016

Ferreira Gullar - Sopa


En 1949 publiqué mi primer poemario, Un poco encima del suelo, que es un libro todavía inmaduro y que luego dejé de lado, aunque es evidente que mis preocupaciones personales, mis indagaciones más íntimas, ya estaban presentes. Tenía diecinueve años, era muy joven, todavía no conocía la poesía moderna brasileña: Drummond de Andrade, Manuel Bandeira, Murilo Mendes. Cuando los descubrí, por primera vez, en 1950, recibí un choque tremendo. Yo vivía inmerso en la poesía parnasiana, una poesía rimada y muy construida. Medio en broma medio enserio siempre he dicho que en ese periodo de mi vida hablaba en endecasílabos. Y es cierto que, por momentos, alguna frase me salía rimada como los versos de los poetas parnasianos que leía constantemente. Pero cuando descubro a Drummond y a la poesía moderna, me encuentro con versos que me parecían completamente absurdos y hasta feos. Ahí estaba ese poema que dice: "Me pongo a escribir tu nombre con letras de macarrón. En el plato, la sopa enfría, llena de escamas". Aquello me parecía de muy mal gusto… ¿Sopa? La poesía no puede hablar de sopa, me decía. Fue un choque, porque mi visión de la poesía era la de un universo idealizado completamente ajeno a lo cotidiano. La poesía era otra cosa. Transformar en poesía la realidad banal y cotidiana, eso es lo moderno, y lo aprendo cuando descubro a Drummond.

No seré el poeta de un mundo caduco.
Tampoco cantaré el mundo futuro.
[…]
El tiempo es mi materia, el tiempo presente, los hombres presentes,
la vida presente.  


Aquello me sorprendió desagradablemente, sin duda, pero me impactó de tal manera que quise comprender, y por eso me puse a leerlos y a hacer mis propios ejercicios literarios. Inmediatamente, no pasó mucho tiempo, percibí el camino que debía seguir. De pronto me di cuenta de que la poesía que había estado haciendo era bonita, pero pertenecía al pasado. A los poetas muertos. 


Fragmento tomado de Ferreira Gullar en conversación con Ariel Jiménez (Fundación Cisneros, 2012)
Traducción de Ariel Jiménez