miércoles, 22 de junio de 2016

Cinco poemas de Valerio Magrelli



AVISOS INMOBILIARIOS

Se alquila chalet sobre el ferrocarril
con taberna adyacente
terminal de ómnibus
y salón que linda con el subte.
Pobres casas habitadas por el ruido
donde familias pequeñas y aisladas
se apretujan –pajaritos sobre los cables
de alta tensión. La alta
tensión del censo
y de las clases, la alta
tensión del dinero,
esa descarga invisible
que divide las vacas
en los campos, y a ustedes de nosotros.
No tocar la corriente que resbala a tu lado,
déjala suspirar mientras retumba
sobre los postes
en su cobrizo río
trenzado.



MEDICINA:
INOCULADOS EN FRUTILLAS
ALGUNOS FRAGMENTOS DEL ADN DE LAS LUCIÉRNAGAS

Será el deslumbramiento entre los setos nocturnos
nuestra respuesta biogenética
a la zarza ardiente.
No más especies o familias,
sólo la soledad de quien, híbrido,
resbala de un cuerpo a otro,
llama sin contorno
que ya devora el bosque de las formas.



CRÓNICA

¡Qué vasta es nuestra
capacidad de morir! Y qué variada.
El talento de sucumbir
a los grandes descarrilamientos en Conchinchina
y al mismo tiempo el arte de apagarse
durante los terremotos en Cipango.
En todas partes la hecatombe revela cuán
llamado a la muerte es el hombre-falla,
la zigzagueante línea de
fractura
entre técnica y naturaleza.



FITNESS

Una película de crema sobre el rostro,
una capa de gel alrededor del cuello,
un estrato de hierbas en el pubis,
un hato de paja entre las piernas,
una mano de barro en el busto:
belleza, momia y desagüe
del deseo, recíbenos.



HORÓSCOPO

Yo estoy justo allí,
en el punto en que convergen
influjos, alineamientos,
los hilos que levantan
ésta, mi mano, en Acuario
éste, mi corazón, en Géminis
diligente criatura del titiritero
estelar.



De Epígrafes para la lectura de un diario (Bajo la luna, 2008)
Traducción de Guillermo Piro

martes, 21 de junio de 2016

Jacques Rancière - Diez tesis sobre la política




Tesis 1

La política no es el ejercicio del poder. La política debe ser definida por sí misma como un modo de actuar específico puesto en acto por un sujeto que depende de una racionalidad propia. Es la relación política que permite pensar al sujeto político y no lo contrario.



Tesis 2

Lo propio de la política es la existencia de un sujeto definido por su participación en los contrarios. La política es un tipo de acción paradójica.



Tesis 3

La política es unja ruptura específica de la lógica del arkhé. En efecto, ella no supone simplemente ruptura de la distribución “normal” de posiciones entre aquel que ejerce un poderío y aquel que lo sufre, sino una ruptura en la idea de las disposiciones que vuelven “propias” a esas posiciones.



Tesis 4

La democracia no es un régimen político. Es, en tanto ruptura de la lógica del arkhé, es decir de la anticipación del mandato en su disposición, el régimen mismo de la política como forma de relación que define un sujeto específico.



Tesis 5

El pueblo que es sujeto de la democracia, por tanto el sujeto matricial de la política, no es la colección de miembros de la comunidad o la clase laboriosa de la población. Es la parte suplementaria respecto de toda cuenta de las partes de la población, que permite identificar con el todo de la comunidad la cuenta de los incontados.



Tesis 6

Si la política es el trazado de una diferencia que se esfuma con la distribución de las partes y de las partes sociales, resulta que su existencia no es para nada necesaria, sino que adviene como un carácter siempre provisorio en la historia de las formas de la dominación. El resultado del litigio político tiene como objeto esencial la existencia misma de la política.



Tesis 7

La política se opone específicamente a la policía.

La policía es un reparto de lo sensible cuyo principio es la ausencia de vacío y de suplemento.



Tesis 8

El trabajo esencial de la política es la configuración de su propio espacio. Es hacer ver el mundo de sus sujetos y operaciones. La esencia de la política es la manifestación del disenso, como presencia de dos mundos en uno solo.



Tesis 9

Por mucho que lo propio de la filosofía política sea fundar el actuar político en un modo de ser propio, lo propio de la filosofía política es borrar el litigio constitutivo de la política.



Tesis 10


El fin de la política y el retorno de la política son dos maneras complementarias de anular la política en la relación simple entre un estado de lo social y un estado del dispositivo estatal. El consenso es el nombre vulgar de esta anulación.



De Política, policía, democracia (LOM Ediciones, 2006)
Traducción de María Emilia Tijoux

jueves, 16 de junio de 2016

T. S. Eliot - Fragmentos sobre la poesía y los poetas



Quienes nos hablan de lo que debería hacer la poesía, especialmente si son poetas, habitualmente tienen presente la clase de poesía que a ellos les gustaría escribir.



Creo que el interés de los escritos críticos de los poetas, de los cuales ha habido ejemplos notables, se debe en gran parte al hecho de que el poeta, en el fondo, aunque no sea ese su propósito ostensible, trata siempre de defender la poesía que él hace, o de exponer qué tipo de poesía quiere escribir. En especial si es joven, y si está activamente entregado a luchar por el tipo de poesía que él practica, ve la poesía del pasado en relación con la propia, y tal vez resulte exagerado en su gratitud a los poetas muertos de quienes ha aprendido o en su indiferencia por aquellos cuya meta le ha sido ajena. No es tanto un juez cuanto un abogado.



Podríamos afirmar que el poeta como poeta sólo indirectamente tiene una obligación frente a su pueblo; su obligación directa es con su lengua: conservarla primero, y ampliarla y perfeccionarla en segundo término.



Es claro que si no tenemos una literatura viva, iremos alejándonos cada vez más de la literatura del pasado; si no conservamos una continuidad, nuestra literatura del pasado se hará más y más remota hasta que llegue a sernos tan ajena como la literatura de un pueblo extranjero.



No creo que la tarea del poeta sea siempre y sobre todo revolucionar el lenguaje. No sería conveniente, aun en caso de que fuera posible, vivir en estado de revolución permanente: el anhelo de novedades continuas de lenguaje y de métrica es tan poco saludable como al apego al lenguaje de nuestros antepasados. Hay épocas de exploración y épocas de explotación del terreno ganado.   


Hay que quebrar y rehacer las formas: pero creo que cada lengua, mientras siga siendo esa lengua, impone sus leyes y restricciones y admite sus propias licencias, establece sus propios ritmos y pautas sonoras. Y la lengua cambia constantemente: el poeta debe aceptar y aprovechar sus cambios de vocabulario, de sintaxis, de pronunciación y de entonación –a la larga, hasta su menoscabo.



Yo no confiaría en el gusto de nadie que no leyera jamás poesía contemporánea, y desde luego que no confiaría en el de nadie que no leyera nada más que eso.



De "Función social de la poesía", "La música de la poesía" y "¿Qué es poesía menor?".
En Sobre la poesía y los poetas (Sur, 1959)
Traducción de María Raquel Bengolea




lunes, 13 de junio de 2016

Cuatro poemas de Alojz Ihan



TORNADO

La calle estaba vacía y los tablones obturaban las ventanas,
todos estaban en casa esperando el tornado,
reunidos alrededor de la televisión que mostraba
cómo iba acercándose a la ciudad una panza
enorme, giratoria, agarrándose como un borracho despistado
a los árboles, a las casas, y arrojándolos luego decepcionado
al aire como setas incomestibles. Entró en la ciudad tumultuoso
como en una gran droguería, en los televisores cencerreaban
los escaparates que tocaba y quebraba con jovialidad
como burbujas, después apareció una imagen desde el satélite,
y todo el mundo pudo ver bien cómo las calles pulidas se deslizaban
suavemente, como espaguetis, hasta las fauces del torbellino, los aborígenes
conocían todas las calles y murmuraban sus nombres entre dientes,
los forasteros lo pudieron hacer sólo cuando el torbellino captó
los entornos cercanos, después apagaron las pantallas
justo antes de que la gente llegara a ver
deslizarse su propia calle, justo antes de que llegara a discernir,
como en un espejo mágico,
su rostro y sus ojos, su temible profundidad
que podía hundirse en cualquier momento como la engañosa membrana
de la vejiga del embarazo, justo antes de recibir su última, sencilla noticia
antes de la conclusión, como siempre le sucede a la gente:
la oración nocturna desciende a susurro, después continúan
los ángeles, a los que ninguno de los dormidos ya es capaz de diferenciar
de los sueños.



EL RITMO DEL MUNDO

Esto siempre me parecía el truco máximo:
lanzas el planeta como una peonza alrededor del sol,
y, en el último momento, en un sitio son las seis de la mañana,
en otro mediodía y en otro las seis de la tarde,
y sin cesar, cada segundo, la gente muere
y nace,
se mata, ama, acecha en una emboscada, navega a vela,
corta las flores primaverales, toma el sol en la playa,
viola, observa el Atlántico desde el avión,
y cada una de las imágenes va deslizándose desde el mundo
como el orificio de la máquina de picar carne y no dejas
que ninguna de ellas se detenga ni siquiera un momento,
que se interrumpa, se calme, y que empiece con talento
una historia nueva, con la que sueña el filósofo borracho
cuando termina la conferencia y empieza a llorar en el bar
porque el mundo ha sido creado sin ritmo.



ATAQUE

El 27 de junio supe por televisión que nos
habían atacado los tanques. Fui al supermercado a comprar
treinta filetes de pavo y quince litros de leche.
En la caja había cola, en ella estábamos todos callados
escuchando las instrucciones de la radio
en caso de ataque aéreo.
Después oímos un estruendo que venía de arriba y de golpe
temblaron nuestros labios y nos miramos a los ojos
como los enamorados en un andén, y a muchos
les vinieron lágrimas a los ojos. Saqué el pañuelo y
enjugué las lágrimas de una mujer
que estaba detrás de mí en la cola. “Gracias”, dijo
y se apoyó en mi hombro, así que pude sentir hasta los huesos
el horror que sacudía su bella figura. Después los aviones
callaron, la caja empezó a sonar otra vez,
nosotros sacábamos el dinero del bolso y al pagar
dejábamos nerviosos el cambio
en el mostrador, y salíamos corriendo, como si algo nos diese una profunda
vergüenza.



PEKÍN

Casi nadie lo recuerda ya,
incluso yo mismo me topé con un periódico
de hace tres meses y leí: “Pekín. El ejército mata a
3000 estudiantes”,  y me extrañé de lo rápido que se desvanece todo,
si bien al principio todos nos quedamos horrorizados
pero luego nos dijimos: pero si todos tenemos neveras
y congeladores, los aviones nos llevan a todos hacia el cielo,
el tren eléctrico nos espera en la estación, no puede ser que alguien
mate a los propietarios de las neveras
ni de los hornos de microondas,
y además allí todo aquello no habrá sido
más que un malentendido
y los soldados en cualquier momento se disculparán aturdidos,
mientras que los estudiantes alisarán sus arrugadas ropas,
montarán en sus bicicletas y se irán
a las cantinas a cenar. 


De Ritmo (Hiperión, 2000)
Traducción de Marjeta Drobnič y Francisco Javier Uriz

domingo, 12 de junio de 2016

Theodore Roethke - Franquead el paso, oh portones



1

Créanme, cartílagos en nudo, sangro como un árbol;
sólo sueño en tablones;
podría amar a un pato.

¡Tanta música en una piel!
Un pájaro canta en la zarza de tus huesos.
Empenachada, se derrama el agua.
Tráiganme un dedo. Este cieno solitario añora la hierba.
¿Bailan las ratas? Los gatos danzan.
Y tú, gato en pos de leche abundante y extensos peces,
una luna se soltó desde el ojo de un ciervo,
me duplicó amablemente en el verdor de mi sueño,
en lo verde.


2

Madre en azul y las numerosas mutaciones del heno,
esta cola odia al sendero plano.
He dejado afuera mi nariz;
podría derretir una roca,
¿así sucede con las aves largas?
¿Puedo ver también yo, ojo amado?
En un parpadeo más allá del mundo.
Bajo la lenta lluvia, ¿quién teme?
Somos rey y reina del territorio correcto.
Por ti arriesgo el invierno.

Tú, árbol que empieza a saber,
tú, murmullo de riñones,
¡Soldaremos el instante!–
con jotas y señales y cenizas en el suelo:
el mar estará allí, las enormes sombras aplastadas,
acaso barrenándose a sí mismas;
las ranas más estridentes;
y el fantasma de algún gran aullido
muerto emparedado.

En el mediodía a plomo de los muslos
en la primavera de las piedras,
nos dilataremos con los enormes mástiles.
Nos ocuparemos de los avatares de lo que debería ser
mirando hacia lo que somos.


3

Tú, chicuela con corazón de bestia,
¡vuélveme pájaro u oso!
He jugado con peces
entre los inarrugables helechos
en la estela de un buque de viento;
pero ahora el instante envejece,
y mi pensamiento busca otro cuerpo.
Estoy triste con los empequeñecidos búhos.


4

Toca y remueve. Chupa y solloza. Maldice y deplora.
Es un arañazo frío en un sitio deshonroso.
El cuervo muerto se seca sobre una estaca.
Formas en la penumbra
vigilan.

La boca implora. La mano toma.
Estas alas proceden del nido equivocado.
Quien permanece en el hoyo
nunca se derrama.

Escucho el golpeteo de un vientre antiguo.
El frío sabe cuándo llegar.
Lo que palpita en mí
aún se soporta.

La corriente profunda rememora:
alguna vez fui un estanque.
Lo que se aleja fluyendo
suministra.


  
De ¡Alabad hasta el fin! (UAM, 1988)
Traducción de Jorge Ayala Blanco