martes, 26 de mayo de 2015

Richard Brautigan - La pesca de truchas en Norteamérica (fragmentos)


TOCO MADERA (PRIMERA PARTE)

¿Fue cuando niño cuando por primera vez oí hablar de la pesca de truchas en Norteamérica? ¿Quién me lo dijo? Me parece que fue uno de mis padrastros.
Verano de 1942.
El viejo borracho me habló de la pesca de truchas. Cuando podía hablar, tenía una manera de describir las truchas que parecía que hablaba de un metal precioso e inteligente
De nada me sirve el sustantivo plata para expresar lo que sentí cuando me habló de la pesca de truchas.
Me gustaría recordarlo bien.
Tal vez truchas de acero. Acero hecho de truchas. El río lleno de nieve haciendo las veces de fundición y horno.
Imagínate Pittsburgh.
            Un acero obtenido de las truchas que sirva para construir edificios, trenes y túneles.
            El Andrew Carnegie de las Truchas.

Respuesta a la pesca de truchas en Norteamérica:
            Me acuerdo con particular emoción de la gente con sombrero de tres picos que pescaba en el riachuelo.




Ballet para La pesca de truchas en Norteamérica

La manera en que el Lirio Cobra atrapa a los insectos constituye un ballet para La pesca de truchas en Norteamérica. Este ballet será representado en la Universidad de California (en Los Angeles).
            La planta está aquí detrás, en el vestíbulo.
            Murió pocos días después de que la compré en Woolworth. Eso sucedió hace meses, durante las elecciones presidenciales de mil novecientos sesenta.
            Sepulté la planta en una lata vacía de Metrecal. En un lado de la lata se lee: “Diétetico Metrecal para Control del Peso.” Y más abajo: “Ingredientes: sólidos de leche sin grasa, harina de soya, sólidos de leche, sucrosa, féculas, aceite de maíz, aceite de coco, levadura, vainilla artificial”; pero ahora la lata tan sólo es la tumba del Lirio Cobra que se ha secado y adquirido un color castaño y pecas negras.
            Como una corona de funeral, un botón blanco, rojo y azul se encaja en la planta con la siguiente leyenda: “Vote por Nixon.”
            La principal energía del ballet proviene de una descripción del Lirio Cobra. Muy bien podría usarse la descripción como cartel de bienvenida a la entrada del infierno o para dirigir una orquesta fúnebre de fríos instrumentos de madera o bien ser un anuncio atómico en los pinos, en los pinos donde nunca brilla el sol.
            “La naturaleza dotó al Lirio Cobra de medios para proveerse su propia comida. La lengua bifurcada está cubierta con glándulas de miel que atraen a los insectos con que se alimenta. Una vez dentro de la lengua, hacia el fondo, una vellocidad puntiaguda impide que el insecto se mueva hacia afuera. Los líquidos digestivos se encuentran en la base de la planta.
“La presunción de que es necesario alimentar al Lirio Cobra con un pedazo de hamburguesa o con un insecto diario es errónea.”
Espero que los bailarines hagan un buen trabajo. Quedará en sus piernas nuestra imaginación, cuando bailen para La pesca de truchas en Norteamérica.




LA PESCA DE TRUCHAS ENTRE LAS TUMBAS

Ambos cementerios se unían por pequeñas colinas y en medio fluía el riachuelo del cementerio, un riachuelo tan parsimonioso como un cortejo-fúnebre-en-un-día-en-que-el-sol-caía-a-plomo repleto de truchas.
            A los muertos les importaba muy poco que yo pescara allí.
            En uno de los cementerios crecían altos abetos y el pasto se conservaba verde Peter Pan todo el año por el agua del riachuelo; el cementerio tenía lápidas muy frías y estatuas y tumbas de mármol.
            El otro cementerio era para los pobres; carecía de árboles y el pasto se volvía castaño como una llanta desinflada cuando llegaba el verano y así permanecía hasta que la lluvia, como un mecánico caía al final del otoño.
            No había lápidas elegantes para los muertos pobres. Sus señas eran pequeños tableros que parecían pedazos de pan rancio:

Devoto e Insufrible Padre de
Amada e Infatigable Madre de

            En algunas tumbas había frascos de fruta y latas con flores marchitas:

Dedicado
A la memoria de
John Talbot
Quien a la Edad de Dieciocho Años
En un Burdel
Fue balaceado en las Nalgas
1ro. De Noviembre, 1936
Este Frasco de Mayonesa
Con Flores Marchitas
Fue Dejado Aquí Hace Seis Meses
Por Su Hermana
Quien Ahora Se Halla
En Un Manicomio

            Finalmente las estaciones del año se encargarían de borrar sus nombres con la misma rutina del cocinero que cotidianamente deja caer los huevos en una parrilla situada cerca de una estación de ferrocarril. Por su parte, los bien nacidos tienen sus nombres escritos perdurablemente en entremeses de mármol como caballos que trotan hacia los senderos elegantes del cielo.
            Seguí pescando en el riachuelo del cementerio, rodeado de penumbra, mientras la exclusa estaba abierta; conseguí muy buenas truchas. Sólo la pobreza de los muertos me importunaba.

            Una vez, al anochecer, mientras limpiaba las truchas antes de irme a casa, tuve la ilusión de visitar los cementerios pobres , y recortar el pasto, recoger los frascos de fruta y las latas y los letreros y las flores marchitas y las chinches y los yerbajos y los terrones e irme a casa para poner todas estas cosas en el anzuelo y lanzarlo contra el cielo hasta verlo flotar entre las nubes y las estrellas de la tarde.


De La pesca de truchas en Norteamérica (Editorial Extemporáneos, 1972)
Traducción de Federico Campbell


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