miércoles, 25 de febrero de 2015

Mary Jo Bang - El papel de la elegía


El papel de la Elegía

El papel de la elegía es
Poner una máscara mortuoria en la tragedia
Una cortina en el espejo.
Caer en el debate

Sobre la estetización de la pena,
De la pérdida, de la insoportable
Imagen de lo alguna vez material
Para buscar una imaginada

Consolidación del dolor
Que pueda terminarlo todo
De una vez y cierre de verdad
El gabinete de los detalles singulares.

En su lugar está el coro interminable
La reproducción que se repite
A través de la puerta entreabierta:
Algún terrible error ha sucedido.

La elegía es el intento
De arrojar vida de nuevo
Sobre aquello que alguna vez fue
Antes de que alcance la enormidad.

Ven al escenario y sé tú mismo,
Dice el elegista a los muertos. Muestren
Ahora —después de la existencia—
Lo que estaban destinados a ser:

El intérprete de una canción en vivo.
Un zapato. Ahora el arco.
Lo que queda es esto:
La compulsión para contar.

La fugaz distracción de la tinta sobre la tela
y tallar y tallar
sin poder hacer nada.
No entonces, no pronto.

Cada día, un nuevo texto en la historieta
Finaliza lo que sencillamente no puede ser.
Uno escucha repetidas veces, el papel de la elegía es.


De Elegy 

domingo, 22 de febrero de 2015

Wallace Stevens - Fragmentos de Adagia


8

El pensamiento es una infección. En el caso de ciertos pensamientos, se convierte en epidemia.


20

Cuando uno deja de creer en dios, la poesía es aquello que ocupa su lugar como forma de redimir la vida.


24

Un poema es un meteoro.


26

La pérdida del lenguaje produce confusión o estupidez.


30

El arte supone mucho más que el sentido de la belleza.


50

El clima es un sentido de la naturaleza. La poesía es un sentido.


55

Toda poesía es poesía experimental.


59

En poesía debes amar las palabras, las ideas y las imágenes y los ritmos con toda tu capacidad de amar alguna cosa.


65

La poesía debe ser irracional.


73

Considerar: I. Que el mundo entero es materia de la poesía. II. Que no hay ningún material específicamente poético.


76

El sentimentalismo es una falla del sentimiento.


107

No todos los días el mundo se ordena en un poema.


108

La muerte de un dios es la muerte de todos.


148

La realidad es un vacío.


160

El hombre es el eterno principiante.


199

La poesía es la declaración de una relación entre el hombre y el mundo.


219

La poesía es un faisán desapareciendo en la maleza.


242

Uno no puede perder el tiempo intentando ser moderno cuando hay tantas cosas más importantes que ser.


261

Un poema no necesita tener un significado y, como la mayoría de las cosas en la naturaleza, frecuentemente no lo tiene.


297

A la larga la verdad no tiene ninguna importancia.


De Adagia (Zindo & Gafuri, 2014)
Traducción de Patricio Grinberg

Dos poemas de Osvaldo Lamborghini


Cebras y Gacelas

Y ahora la quietud
la política rayana en la esperanza
de esperar: porque se puede esperar
(incondicionalmente) (¿no?)
como el galope mudo, lento,
mudo, de las cebras en la pradera.
Una cita casi: “ese paraíso que se eleva
del excremento de las gacelas”.

Y ahora la multitud de los engordes
(—Vaya a la aguada, hijo,
y traiga esos pobres animales
que se contaminan aun sin conocer mujer)
Y ahora un “look” visionario.
Somos ingeniosos.
Venimos de España.

¡Cuántas teorías!

Desde su cueva
un microcéfalo gobierna el mundo.
El arte lo hace el último rinoceronte
(unicornio) y también, otra vez,
esas pocas cebras
                         de galope lento
                         alrededor del templo.
O la ballena que vi morir
(pues tengo ojos) en una playa del Atlántico
                         en Mar del Plata.
Cántico y final. Cántico.
Melville creó a Moby Dick, la hinchada pendenciera
(Where are you, Ahab?). Melville,
es un decir, se reía en su hotel
—contra el fastidio de la vida de hotel-
        (Where are you, Moby?)
y un día desinfló los globos
                       con el pinche de Bartleby
                       /el pálido escribiente

Yo caí en las manos y redes de la Madre Hogarth
y me ofrecí a su pinchazo
                     y le ofrecí mi brazo
                     a su piedra
filosofal, instantánea.
Y aquí estoy: inflado como un globo
digno de mejor causa.

¡Salud! (esto quiso ser un chiste).
¿Muero de sed al borde de la fuente?
                    Sí, y también:
—Piedad para nosotros, pecadores.
Y piedad también para los crápulas
que condenan el cirio
                    la llama azul
que vela los cuerpos.

Y ahora la paz en sandalias
el usufructo del silencio por unos pocos
el Imperio con sus burócratas
codificando idiotas
primero, el Emperador
segundo, la Emperatriz
tercero, Su Alteza Imperial
                   la reina madre
la que asistió con sonrisitas y ricitos
a la ejecución de la sin par
de la bella y (¡a fin de cuentas!)
                   pura como una golondrina
                   Madre Hogarth
¿Dónde estarás mi Madre Hogarth?

Era verano y una tarde
una mujer alzó la vista al cielo
                  el índice, y me dijo:
—¿Ves esos puntitos? ¡Son golondrinas!

Yo le ofrecí mi brazo a la Madre Hogarth
y entramos en el templo
entre nubes de incienso
y en el altar había una rata
que hablaba de las propiedades del occiso
y se acomodaba los pliegues de la toga
                   alma mía, que vendías la droga.

Antaño…

¡Autor de un solo texto!

Comíamos con Hugo Savino
y su mujer y su suegra
hablando como siempre de cebras.
Bajamos la vista, el índice,
y había en el cenicero
                   dibujada una cebra.

¿Lo que no se dibuja ni escribe?
fluye de la química a la sangre.
                   Aquello que hecho sangre
en la química fluye,
raya por raya
se dibuja y se escribe.
Y aún, rinoceronte, y aún se canta.


Canción de la madre Hogarth

Cuando más limpias te parezcan
Las aguas del lago
Y aún cuando creas
Rebosar de plenitud
Igual recuérdame
Yo soy tu proveedora de droga

Cuando contemples
Con mirada ascendente y pura
El triunfo de los pájaros
Y la derrota de las olas
Igual recuérdame
Yo soy tu proveedora de droga

Cuando vayas al encuentro
De la amada o el amado
Sintiéndote seguro
Del esplendor de sus pupilas
Igual recuérdame
Yo soy tu proveedora de droga

Y no me abandones
Prematuramente
No te comportes
Como un ingrato
Recuérdame siempre
Yo soy tu proveedora de droga.

sábado, 21 de febrero de 2015

Dos poemas de Monika Rinck


CHARCO

dice él: el sufrimiento es un charco
digo yo: sí, el sufrimiento es un charco.
porque el sufrimiento yace en una cuenca
atravesado por peces y huele mal.
dice él: y la culpa es un charco.
digo yo: sí, la culpa también charco.
porque la culpa se derrama en una depresión
y alcanza la axila elongada
de mi brazo que se extiende hacia arriba
dice él: la mentira es un charco.
digo yo: sí, la mentira del mismo modo charco.
porque en verano todas las noches se puede
hacer un picnic a las orillas de la mentira
y allí siempre se queda algo olvidado.  


GREEN FACES: SOMOS ENTONCES ALGO ASÍ EN EL ESPACIO…

imitábamos la niebla interestelar,
una plebe cósmica, la cámara filmaba
sin embargo parecía haber algo en el aire
quizás tenía que ver con el lente
esta falta de nitidez fundamental, como si
la percepción misma hubiera sido afectada
y ya no pudiésemos tenerla en cuenta.
la difusión de la energía, los tiempos de espera
entre escenas, los largos derroteros
a través del pabellón obsoleto. los sándwiches
que comíamos, alfombras en beige y marrón,
la suciedad, capas completas, pensaba,
qué sé yo, tal vez de entre todos los sentimientos posibles,
sólo los incorrectos estaban presentes
sedimentados, y construían capas. “cut”!
nos mirábamos, nuestros rostros emitían
luz verde, debajo como un enmudecimiento,
la alfombra. ah, estos colores roñosos.


De Luces Intermitentes. Nueve poetas recientes de Alemania (Editorial Paraíso Perdido, 2009)
Traducción de Cecilia Pavón

Dos poemas de Robert Șerban


CARNE VIVA

HAY CARNE FRESCA
dice en el escaparate de la carnicería
incluso cuando está cerrada

alguien desde la calle intentó
raspar con una hoja de afeitar esa pintura
tal vez sea un amante de los animales,
alguien vegetariano o alguien de la competencia
pero lo único que consiguió fue ensuciarle el cristal
con sus huellas y arañazos

de noche
desde afuera
se ven las vitrinas frigoríficas
llenas de carne roja, rosada o burdeos
cada trozo más bello que el otro

digan lo que digan
la muerte tiene su propia luz


EL FANTASMA CON BOLSILLOS

como cualquier niño pobre
que creció y por casualidad llegó
a pasar algunas noches en un palacio
trato de no tocar nada de por aquí

como si oyera por los muros la voz de mi madre
que antes de llevarme de visita con ella o a la ciudad
me decía apretándome el hombro
no toques absolutamente nada
y yo permanecía largas horas
con las manos en los bolsillos
no sea que sintiera alguna tentación
y ocurriera una desgracia

sólo cuando pasábamos delante de la iglesia del centro
antes de que sus dedos se fueran a la frente
mi madre me tocaba el hombro derecho
como si fuera a otorgarme una dispensa
y yo sabía lo que debía hacer

como un fantasma deambulo por el palacio
en busca de un cuerpo cuya infancia
tuvo cosidos todos sus bolsillos

De Miniaturas de tiempos venideros. Poesía rumana contemporánea (Vaso Roto, 2013)
Traducción de  Catalina Iliescu Gheorghiu

domingo, 8 de febrero de 2015

Inger Christensen - Cuatro fragmentos de Alfabeto


los helechos existen; y zarzamoras, zarzamoras
y bromo existen; y el hidrógeno, el hidrógeno

*

las palomas existen; los soñadores, las muñecas
los asesinos existen; las palomas, las palomas;
niebla dioxina y días; los días
existen; los días la muerte; y los poemas
existen; los poemas, los días, la muerte

*

la bomba atómica existe

Hiroshima, Nagasaki

Hiroshima 6
de agosto de 1945

Nagasaki 9
de agosto de 1945

140 000 muertos
y heridos en Hiroshima

unos 60 000
muertos y heridos en Nagasaki

cifras que permanecen inmutables
en algún lugar de un verano
lejano y normal
desde entonces los heridos
han muerto, primero muchos, la
mayoría, luego menos, pero

todos; finalmente
los hijos de los heridos,
nacidos muertos, moribundos,

muchos, siempre
algunos, finalmente
los últimos; yo estoy

en mi cocina pelando
patatas; el grifo del agua
está abierto y casi
ahoga los gritos de los niños
que juegan en el patio;

los niños gritan y casi
ahogan los gritos de los pájaros
que están en los árboles; los pájaros
cantan y casi

ahogan el susurro
de las hojas al viento;
las hojas susurran
y casi ahogan
con su silencio el cielo,

el cielo que resplandece
y la luz que casi
desde entonces se ha parecido
al fuego de la bomba atómica
un poco

*

la bomba de cobalto existe
envuelta en su capa
de isótopos de cobalto 60

cuyo periodo de semidesintegración
garantiza un efecto
extremadamente dañino

no hay más que
decir; nosotros garantizamos
que el daño será el mayor
posible; no hay más que
decir; nosotros

nos garantizamos todo o
nada; no hay más que
decir; al garantizar
que todo
puede ser transformado

en nada, perdemos
la capacidad de
pensar en nada,
en ninguna de las cosas
del mundo como nosotros

decimos, cuando nosotros
simplemente existimos; no hay más
que decir; nosotros
garantizamos

que aniquilamos
todo, destruimos
todo, de manera que
a la primera nada
la decisiva
no se le dará permiso
para escribir poesía
como escribe el viento
en aire o agua;

no hay más que
decir; matamos
más de lo que creemos
más de lo que sabemos
más de lo que sentimos;
no hay más que
decir; odiamos;
no hay más;

como un pájaro regio
en su caja de fango,
en el lodo como un gusano,
como un águila ratonera
que la tormenta ha destrozado,
como un loro gris
metido en la barcaza de algodón
de la plantación de alguien

quiero vivir de ahora en adelante;
semiahogada y embalada
una cualquiera entre
todas las palomas cansadas
del tráfico, en cuyo último
puñado de plumas el desesperado
tiempo gris de la paz
hace precipitarse al ojo

del hombre; así quiero vivir;
con mi pequeño y grato
periodo de semidesintegración en el interior
de mi corazón; así quiero morir;
me he enterado de que voy a morir,
me dije a mí misma
que voy a morir, lo he dicho
y he dado las gracias por la pena,
por el olvido, hecho; me dije
a mí misma: piensa
como un pájaro que construye su nido,
piensa como una nube, como
las raíces del abedul enano

piensa como piensa una hoja
de un árbol, como piensan la sombra y la luz
como piensa la resplandeciente corteza,
como las crisálidas debajo
de la corteza piensan, como los líquenes
sobre una piedra y un poco de madera podrida
piensan, como piensa la latharea squamaria,
como la brumosa planicie boscosa
piensa, los paúles piensan
cuando la ascensión del arcoíris
se refleja, piensa como un poco de
fango, como piensan las gotas
de lluvia, piensa como un espejo

tan de vital importancia; mira
su trono de nada
el vórtice de la tormenta de arena;
mira lo banalmente
que en el grano de arena más pequeño
una ingeniosa vida
fósil encerrada descansa
después del viaje; mira sólo
con qué tranquilidad lleva
el enjambre de comienzos
del mar primigenio; mira sólo
la sencillez de un signo
en el que como un ser

se refleja
la verdad; mira sólo
qué verdad, clemente; deja
estar las cosas; junta
las palabras, pero deja
estar las cosas; mira
con qué facilidad
encuentran refugio
detrás de una piedra; mira
con qué facilidad
se deslizan dentro
de tu oído y susurran

a la muerte que se vaya

De Alfabeto (Sexto Piso, 2014)
Traducción de Francisco J. Uriz


miércoles, 4 de febrero de 2015

Tres poemas de Charles Bernstein


EN UN MUNDO AGITADO COMO ÉSTE

No hace mucho, o acaso lo soñé
o lo inventé, o de pronto le perdí
la pista al tren en el abracadabra
de días que se esfuman; no, si doblo
esta vuelta a la esquina, llego a ella
desde tres lados a la vez, o boto
el balón contra todos los videntes
adormilados —bueno, pueden verlo
sus propios ojos, que no hay nada bajo
mi manga, o noten cómo hasta las rocas
se quiebran a presión. Cuanto más andes
 en una dirección, tanto más lejos
tendrás que seguir antes que el retorno
se vuelva enteramente indivisible.


ESTA LÍNEA

Esta línea está despojada de emoción.
Esta línea no es más que una
ilustración de una teoría
europea. Esta línea carece
de sujeto. Esta línea
no hace referencia a nada
fuera de su contexto en
esta línea. Esta línea
trata sólo sobre sí misma.
Esta línea no tiene significado:
sus palabras son imaginarias, sus
sonidos inaudibles. Esta línea
no se preocupa de sí misma ni de
nadie más —es indiferente,
impersonal, fría, poco atractiva.
Esta línea es elitista, requiere,
para comprenderla, años de estudio
en bibliotecas atrofiantes, tragarse
tratados esotéricos sobre
temas imposibles de pronunciar.
Esta línea rechaza la realidad.


LA AUTONOMÍA ES UN PELIGRO

Odio el artificio. Todos esos
artilugios tantos obstáculos
contra lo que no puede discutirse
de otro modo, tanto lo que parece
parecido en una jalea de
retorcijones. La poesía me asusta. Me
refiero a su anonimato virtual
(o de ventrílocuo) —sin protección, sin
bastión que acompañe su omnipresente
falta de propósito, su aceleración
en aumento hacia algo que puede o
no inflarse. Los ojos exigen
el conteo. El ninguna parte visto en todas partes
la controlada falta de voz de la que todos se agarran
para sacar un pedazo. Tiembla
todo lo que quieras no hará
que venga más rápido
dure más: la bomba
que no se bota.

De Grandes éxitos (Mantis Editores, 2014)
Traducción de Enrique Winter